lunes, 3 de marzo de 2008

Dylan conceptual





Esa noche vimos a un Dylan sobrio, classy como siempre, y en justificada actitud de no tener que demostrar nada a nadie.
Un Dylan al que sin duda no le importa complacer al público con los hits a los que tantas bandas recurren en sus presentaciones.
Un Dylan ya cansado, y con una voz tan raspada que fue casi imposible de ecualizar.
Un Dylan completamente alejado de los espectaculares conciertos que ofrecen producciones hollywoodescas y viajes multimediáticos.
Un Dylan respetable, no complaciente.
Un Dylan, Dylan.

Para todos los que fueron a este concierto esperando un performance espectacular, lleno de euforia conciertera y de las canciones que tanto han cantado, probablemente la experiencia fue decepcionante. Para los que fuimos a agradecer y aplaudir en persona al señor Dylan, el concierto fue lo que tenía que ser: Dylan.

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